lunes, 4 de agosto de 2014

Aniversario

NA/ Hola bueno pues como ahora es el 6to aniversario de que Doña Barbara salió al aire aquí les va un capitulo especial :) Disfruten!!
Barbara punto de vista.

viernes, 1 de agosto de 2014

La Vida Con Ella

N.A. / Hola como la mayoría ya sabra esta historia esta llegando a su final y bueno pueda que este o el siguiente capitulo sea el ultimo. Pero también les quería informar que voy a dejar de publicar en blogger y empezare a publicar en FF.net por si alguna le interesa buscar mi perfil esta de bajo del nombre de autor Gab95Lin. Como saben estoy a sus servicios. Algo que les voy a pedir es que lean y compartan y comenten sus comentarios son los que me ayudan a querer seguir escribiendo estas historias :) Gracias por leer!!

-Dios me vas a volver loco -Le dije mientras veía como me desabrochaba el cinturón del pantalón, no perdí tiempo y me los quite, una vez que ya no los tenia, me fui acercando a Barbara cada vez mas, la
tome en mis brazos y la acomode en la cama, una vez mas nuestros labios se encontraron, mordiscos y lenguas que jugaban, con solos besos podia sentir que Barbara también estaba excitada, mi erección ya se estaba mostrando y Barbara no perdió tiempo en quitarse sus propios pantalones, los dos tuvimos una batalla en quien estaba sobre quien. Mas besos y mordiscos fueron compartidos. De vez en cuando unos cuantos gemidos que se le escapaban a Barbara. Si esto era el principio no quería imaginar que pasaría cuando estuviéramos haciendo el amor.
Sin darnos cuenta los dos estábamos desvestidos, las sabanas de la cama por el suelo, sudor y sexo era lo que el aire holia. Entre la batalla por quien quedaba sobre quien al final fue Barbara quien gano. Me estaba montando con la misma rapidez y la misma pasión que una vez me monto, esa pasión que desbordaba a cualquiera a la locura. Y es que Barbara era toda pasión, ella era y es una fiera dentro y fuera de la cama. Yo estaba embrujado por el ritmo de sus caderas, se movían a un ritmo tan delicioso, así arriban así abajo, con su propio ritmo y fuerza, cada vez mas rápido, mis caderas trataban de alcanzar alquel ritmo que ella llevaba, claro este era un baile que los dos sabíamos bailar muy bien, sus manos sobre mi pecho asegurando que no se cayera con el moviendo, algunas veces aruñandome, marcandome, yo era su propiedad, su pelo volando de un lado al otro, dejando su cara libre para que yo la apreciara. Mis manos están suavemente colocadas sobre sus caderas asegurando el movimiento. Sus labios me llamaban, no tenia que decir nada, lo podia leer, con cuidado me fui sentando, no nos separamos. Fue entonces que Barbara me empezo a montar despacio, dejando que yo la llenara lo máximo posible, que la llenara completa, podia sentir como sus paredes se empezaban a estremecer, los dos estamos a punto de llegar a nuestro climax, y es que con Barbara nunca había que hacer mucho para que los dos llegáramos a ese delicioso climax que los dos tantos deseamos.
Sus labios encontraron los mios una vez, el beso fue sensual, suave, nada arrebatado pero era con deseo, amor y miedo. Miedo de que todo fuera un simple sueño. No la podia perder. No ahora que la había encontrado, y así ella sobre mi, sentados encontramos aquel orgasmo que tanto ansiamos. Barbara se corrió sobre y fue entonces cuando la acomode abajo de mi. Despacio percatandome de no lastimarla, me salí de ella, me arrecoste a un lado y le tome la mano.
-Barbara -Le dije tratando de recuperar mi respiración, -Eso fue
-Te dije que cuando estuviéramos juntos el mundo temblaría -Me dijo Barbara sin dejarme de terminar, me volvitie a verla y le robe un beso
-Una vez mas? -Le pregunte poniéndome en posición, ella asentó con la cabeza.
Así nos la pasamos toda la noche, yo sobre ella, ella sobre mi, yo en medio de sus piernas, nos exploramos totalmente, recuperamos los años perdidos, y es que la pasión desbordaba entre nosotros.
Fue la mejor noche que había tenido en años.
Sin importar los años que había pasado yo seguía igual o mas enamorado de Barbara Guimaran, la quería a mi lado para siempre y así seria.
No se cuando ni como nos quedamos dormidos. La mañana siguiente me levante de un brinco pensé que Barbara ya no estaría que había sido un sueño, pero para mi sorpresa me encontré una espalda descubierta a mi lado. Bueno que digo espalda si Barbara estaba como Dios la mando a este mundo.
-Barbara -Le susurre en el oído -Barbara desperta -Le dije moviendola despacio, la necesitaba despierta. Como niña pequeña se movió de lado a lado hasta que se dio la vuelta y con un ojo cerrado y uno abierto me dio un pequeño gruñido
-Doctorcito quiere repetir lo de anoche? -Me dijo con la voz mas sensual que eh escuchado en mi vida, casi me pone en ese instante pero como pude me tranquilize
-Barbara te casarias con migo? -Se lo dije asi, claro, sin vueltas, sin apuros, sin nada.
-Que? -Me dijo ella con una cara de sorpresa que juro que me detesto por no tener una cámara conmigo en ese instate
-Si! Casate con migo Barbara Guimara -Le dije sentando frente a ella. Sin decir nada vi como una lagrima se le caia por su mejilla, se acerco a mi, y puso sus brazos sobre mi cuello. La senti respirar y seguir callada por lo que se sintió  una eternidad. Yo solo coloque un brazo al rededor de su esbelta cintura y me quede esperando. Barbara se izo para atras y me miro fijo en los ojos.
-Si -No me pude contenter la bese y le di un fuerte abrazo.
El resto del dia pasamos planeando la boda. Aviamos acordado no esperar mas y decidimos que la boda solo seria para nosotros dos, que nuestra testigo seria la Dra. Magil. Ese mismo fin de semana volamos a Atlanta City y nos casamos. Decidimos que nos quedaríamos en Chicago empezando una nueva vida juntos. Solo los dos. Y así.
Y es así como hemos llegado aquí. Diez años de casados. Cuerpos cansados, cambiados, pero al final juntos. Si hay algo que no ah cambiado es nuestra pasión, sigue igual o mejor que la que tuvimos aquella noche donde no pude estar mas lejos de ella. La que fue nuestra primera vez.
Si, éramos los mismos pero ahora somos diferentes, esta vez nos entendemos, cuando los días se ven oscuros por recuerdos no nos gritamos. No. Nos buscamos por apoyo, nos buscamos por una abrazo, o una caricia que nos cambie aquel oscuro día por uno soleado lleno de amor. Al final Barbara y yo hemos encontrado nuestro final feliz. Puedo decir que estos últimos diez años han sido un sube y baja, cuando Maricela se entero que Barbara estaba viva y que estábamos felizmente casado se molesto pero luego entendió que Barbara y yo siempre estuvimos destinados a estar juntos. La que no tomo la noticia bien fue Judith pues estaba confundida pero Barbara se la supo ganar. Debo decir que Barbara es una excelente abuela. Los últimos dos años nos la hemos pasado viajando alrededor del mundo. Si mi vida con ella es la mejor. Ahora debo irme que Barbara me espera para irnos a un safari.
                                                                                                             Fin.

martes, 29 de julio de 2014

La Verdad

-Santos recuerdo todo, recuerdo quien soy, como llegue aquí, recuerdo mi pasado y se que esta haciendo Barbara Guimaran en mi cuerpo.
El silencio se apodero de los dos, ninguno dijo una sola palabra, nos quedamos viendo frente a frente, compartiendo el mismo aire, compartiendo el mismo ritmo de nuestros corazones.
Lo que estaba por venir nunca nadie se lo habia imaginado. 

domingo, 29 de junio de 2014

Recordando

Ya habían pasado mas de dos horas y aun estábamos discutiendo lo que había pasado de regreso en el Arauca. Christina le explico lo que había pasado aquella noche en el llano y como no podia controlar su cuerpo cada vez que Barbara aparecía. La Dra. Margil parecía no entender nada de lo que pasaba, sin importar como lo explicáramos nada le parecía tener sentido.
Todo este tiempo que los tres estuvimos hablando y tratando de encontrar una solución Christina y la Dra. Margil estuvieron compartiendo miradas, había algo detrás de esas miradas que ocultaban algo. Llámenme loco pero lo podia sentir. No fue mucho después de que compartieron esas miradas que la Dra. Margil se levanto de su escritorio y se nos acerco 
-Christina creo que es tiempo que hablemos sobre tu pasado -Le dijo ella muy seria y fría, la cara que Christina puso al escuchar estas palabras están tatuadas en mi mente, 
-Angela quedamos que nunca tocaríamos ese tema -Dijo Christina levantando de su asiento, estaba exaltada, esto era algo que no me esperaba, que ocultaba 
-Christina es necesario, no pensé que llegaríamos a esto 
-Pero.. Pero es que me da miedo -Dijo con su voz quebrándose un poco 
-Es necesario Christina, si no lo fuera no te lo estaría sugiriendo, siendo tu doctora creo y pienso que es lo justo y necesario en estos instantes. 
-Pero y ¿Si logro recordar algo malo? -En ese instante solo me podia imaginar a Christina como una niña pequeña, con miedo, frágil e insegura, 
-Christina ya es hora de saber tu pasado, tal vez de alguna forma o otra podemos encontrar la razón
de porque la señorita Barbara Guimaran a decido apoderarse de tu cuerpo, no solo espiritualmente pero por tu look físicamente también. 
No tomo mas para convencer a Christina que accediera. 
Sin darnos cuenta Christina estaba bajo sinopsis
-Okay Christina, vamos hablar de tu infancia, dime que puedes recordar.
Christina con sus ojos cerrados y con vos muy baja
-Estoy en un barco pero no puedo ver nada, esta oscuro. No! Es de noche
-Muy bien, dime vez a alguien contigo? Trata de darnos detalles de todo lo que vez
-Veo a una mujer, tiene dos trenzas con pelo negro, su piel morena. Hay unos hombres y botellas de alcohol por todos lados. Dios! Alguien viene
-Tranquila Christina recuerda que nadie te puede hacer daño, vamos a tratar de recordar algo mas, trata de recordar sobre tu juventud, que puedes ver Christina
-NO! NO! NO! -Dice Christina exaltada, aun con sus ojos cerrados y casi brincando de donde estaba sentada, cuando derrepente se levanta tirando la mesa y la lampara que estaba en la mesa junto al sofa donde ella estaba sentada. Sin darnos cuenta Christina sale corriendo del despacho de Angela.
Sin pensarlo dos veces salgo detrás de ella.
-CHRISTINA!!! CHRISTINA ESPERA -Le grito pero por mas fuerte que corro no logro alcanzarla, minutos después la Dra. Margil aparece por detrás
-Santos dale unos minutos, ya regresara -Me dice dándome unas palmadas en la espalda
-Vamos, regresemos a mi oficina que tu y yo aun tenemos que hablar -Sin pensarlo mas nos regresamos.
No puedo dejar de pensar en Christina, sus gritos eran de dolor, de ira, que habra visto que la puso tan mal. Creo que hablamos por una hora o por ahi y Christina no volvía,  yo por otra parte no lograba concentrarme en lo que la doctora me pregunta
-Vamos Santos, concentrate, esto es importante si quieres ayudar a ambas.
-Lo siento Dra. Margil pero esto es mas complicado de lo que pensé, ya paso una hora y Christina no vuelve, creo que tengo que ir por ella -Le dije levantandome de la silla y caminando hacia la puerta sin esperar una respuesta.
Después de buscar a Christina por todas partes al fin la encontré, acurrucada en una esquina del sanatorio, su espalda contra la pared y su cara en medio de sus rodillas, juraria que en ese instante era Judith a quien estaba viendo y no a Christina, reconocía esa reacción por que así era como Judith reaccionaba cada vez que Maricela y yo peleábamos, no me iba a quedar parado ahi sin decir o hacer nada sabiendo que tal vez lo que mas necesitaba Christina era un abrazo.
Sin ser muy brusco me puse de rodillas y puse mis brazos alrededor de Christina
-Shhh. Tranquila, tranquila shhhh -Le dije mientras la abraza, cuando derrepente sentí sus brazos alrededor de mi cuello y su mejilla mojada, estaba llorando desconsoladamente
-Santos -Casi hablando, -Fue horrible Santos -Me dijo enterrando sus manos en mis hombros al recordar una vez mas
-Santos recuerdo todo, recuerdo quien soy, como llegue aquí, recuerdo mi pasado y se que esta haciendo Barbara Guimaran en mi cuerpo.
El silencio se apodero de los dos, ninguno dijo una sola palabra, nos quedamos viendo frente a frente, compartiendo el mismo aire, compartiendo el mismo ritmo de nuestros corazones.
Lo que estaba por venir nunca nadie se lo habia imaginado. 

jueves, 12 de junio de 2014

Chicago, Chicago

Lo recuerdo como si fuera ayer. Y ahora.. ahora ella estaba perdida, pero no podia dejar de pensar en ese día.
Los recuerdos de ese día volaban por mi cabeza una y otra vez. 
--------------------------------FlashBack------------------------------
-Desea algo mas para tomar señor? -Me pregunta la mesera con papel y lápiz, lista para tomar mi orden si era necesario.
-No no así estoy -Le dije sonriendo.
-Muy bien, entonces ya le traeremos su orden no tomara mas de veinte minutos -Me dijo ella brindándome una sonrisa dulce antes de partir. 
Me quede mirando por la ventana, mirando a la gente pasar. Esta era la primera vez que salía de la clinica en meses y habia ido a parar a un centro comercial. Después de unas cuantas horas de caminar por el centro decidí que comería algo y luego regresaría a la clínica, aun que me habían dado todo el día no quería aprovecharme de la oportunidad. Ademas estando yo solo no había mucho que hacer. 
Fui ahi cuando la vi pasar. 
Vestia una blusa roja que dejaba el descubierto sus hombros acompañada de un par de pantalones de mesclilla negros, su piel tan blanca como las nubes del cielo y su pelo, su pelo era rubio! Rubio? Pero si Barbara tenia pero castaño no rubio. 
Sin esperar mas, me levante de la mesa y me sali del restaurante, trate de caminar lo mas rapido que pude y me le acerque. 
-Barbara -Le dije tomándola por el brazo izquierdo y volteándola para verla a los ojos.
En ese momento podia sentir como la sangre subía a mi cabeza, mi corazón palpitaba como nunca antes, mi respiración casi eufórica. 
Esos ojos azules se abrieron en forma de sorpresa y un sonrisa grande acompañada de una voz dulce me respondieron 
-Disculpe señor pero creo que me ah confundido. Yo no me llamo Barbara -Me dijo mientras me escaseaba de arriba a abajo pero ni retirar su brazo de mi mano. 
Podia ver como su pecho se movia rapidamente, su respiración rapida y pesada. 
La solte y tomando unos cuantos pasos hacia atrás le dije muy apenado 
-Disculpeme señorita es que su parecido es inevitable -Le dije bajando la mirada, que vergüenza pero es que eran tan parecidas que cualquiera pensaría que era Barbara. 
La hoven me brindo una dulce sonrisa 
-No se preocupe señor, nos suele pasar -Extendiendo su mano derecha frente mi 
-Mi nombre es Christina Carvajal, mucho gusto -Me dijo mientras esperaba a que yo le tomara la mano, me quede congelado lo único que lograba hacer era mirar su mano y mirarla a ella. 
-Ande señor que no muerdo! Tome mi mano -Me dijo en medio de una carcajada 
Le tome la mano como ella podio y le di un pequeño apretón 
-Mucho gusto señorita Carvajal, me llamo Santos, Santos Luzardo para su servio -No pude evitar así que me agache un poco y con su mano sobre la mía le di un pequeño sobre su mano. 
Christina no pudo evitar sonrojarse y rápidamente retiro su mano de la mia 
-Por favor llameme Christina, que me diga señorita me hace sentir muy avejentada -Me dijo con una sonrisa 
-Muy bien Christina -Le dije asentando con la cabeza. 
Me sentia tan comodo con ella, a pesar que nos habíamos conocido hacia unos segundos sentía como si la conociera de toda la vida. Y ella se miraba muy cómoda conmigo.
Después de unos segundos de silencio decidí romper el hielo
-La podría invitar por un cafe o algo? -Le pregunte mientras movía mi dedo el círculos 
-No, lo siento Santos pero ya voy tarde hacia mi junta.. -No pude evitar sentirme rechazado en ese instante 
-Oh, bueno no le quito mas su tiempo -Le dije mineras colocaba mis manos adentro de las bolsas de enfrente de mi pantalón, justo cuando estaba por tomar un paso 
-Eaaa! Para! Yo no dije que no podríamos otro tiempo, -Saco una tarjeta de su cartera 
-Toma, ahi esta mi numero de teléfono, no se dame una llamada o algo -Me dijo mientras sonreía 
-Te acabo de conocer Santos Luzardo pero hay algo en ti que me da confianza -Se acerco, me dio un beso en la mejilla y se fue. 
No dije mas y me quede ahi parado 
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-Santos estas bien? -Me pregunto Barbara haciéndome regresar en mi.
-Ehh si, nada mas me acorde de algo -Le dije, no queria entrar a mas detalles.
No discutimos mas, lo que pasaría ya estaba decidido y no hacia falta hablarlo mas. 
Al dia siguiente partimos para la capital para ir a el aeropuerto mas cerca y marcharnos a Chicago a que la Dra. Margil nos ayudara a asentar cabeza y ayudarnos encontrar una solución a todo este relajo que se había armado.
Barbara no podia ocultar lo nerviosa que estaba y en especial por que el vuelo era cerca de doce horas. Pero nunca dijo que no. Se izo la independiente y no me dejo que la ayudara en nada. Claro si era Doña Barbara Guimaran y ella no es débil. 
-Buenos dias señores, hoy viajan juntos? -Nos dijo la señorita que cuidaba la linea para abordad
-No! -Dijo Barbara rapido pero se quedo pensando 
-Bueno si, pero no estamos casados ni nada -Algo le molestaba a Barbara
La joven se sonrío y siguió con su trabajo 
-Esta bien, puedo ver su pasaje de vuelo y su pasaporte por favor -Barbara le accedió el pasaporte de Christina y su pasaje, parecía que Barbara se comeria la pobre señorita con sus ojos, se le notaba lo nerviosa
-Ah me encanta como trae el cabello ahora -Le dijo la joven regresándole el pasaje
-Señor puedo ver el suyo también por favor -Me dijo, mirándome a mi, se lo y segundos después me lo regreso 
-Muy bien ya están listos para abordar, que tenga un buen viaje -Nos dijo la joven sonriendo y abriéndonos camino para pasar. 
Después de eso todo fue como el protocolo de cada viaje lo sugiere, después de que el avión despejo Barbara se calmo hasta que al fin se quedo dormida; poco después y también me quede dormido. 
En el en medio del vuelo me desperte para darme cuenta que Barbara no esta en su haciendo. ¿Hacia cuanto que no estaba? 
Me levante para ver a todos lados y no la vi, se me ocurrió que estaba en el baño, y como ya sabemos todas las mujeres se tardan eternidades en un baño. Yo no se en realidad que tanto hacen pero se tardan mucho. 
Después de que pasaron unos cuantos minutos decidí ir a ver si todo estaba bien. No había nadie mas haciendo linea y el baño decía que estaba ocupado así que tenia que ser ella 
Toque en la puerta tres veces y nada 
-¿Barbara estas bien? -Le pregunte
*Silencio*
-¿Barbara?
*Silencio* 
-Barbara si no me abres la puerta tu la abro yo! -Le dije, no que lo fuera hacer en realidad pero necesitaba que me abriera de una forma o otra. 
Pero no paso nada.
-¿Christina? ¿Christina estas bien? -Al fin pude escuchar movimiento en el baño. 
Christina había regresado! Tenia que ser buena señal 
Derrepente la puerta se abrió. Me tomo por la camisa y me llevo hacia adentro del pequeño baño.
-Santos que estamos haciendo en un avión? -Me pregunto limpiándose el maquillaje corrido, había estado llorando 
-Christina! ¿Eres tu? 
-Si Santos -Podia sentir su respiración caliente sobre mi cuello. No es broma ese baño era demasiado pequeño.
-Christina vamos hacia Chicago para que la Dra. Margil nos ayude con esto -Le dije
-¿Pero y si no se arregla Santos? -Me dijo mientras una nueva lagrima se deslizaba por su mejilla.
-Entonces buscaremos a alguien mas -La abrace por que sentí que eso era lo que ella necesitaba en ese momento. Pude sentir com ella me abrazo mas fuerte, pude sentir como sus dedos penetraban mi piel,
-¿No te da gusto verme así igual que ella. Misma vestimenta, mismo color de pelo? Se que pasaron tiempo solos mientras que yo no podia tener ni ejercer ningún tiempo sobre mi cuerpo. Dime Santos ¿paso algo entre ustedes? Algo que yo debería saber. Por que si paso necesito enterarme -Me dijo casi susurrando las ultimas palabras.
-No Christina, no paso nada, Barbara ah respetado tu cuerpo y yo no me voy a aprovechar de la situación! -Me parecía estúpido que pensara así, pero no la culpo.
Me dio un beso, se volvió hacia el espejo, se arreglo y se salió del baño sin decir nada. 
El resto del vuelo fue tranquilo. 
Pero no había señal de Barbara. 
Una vez que aterrizamos en Chicago y teníamos todo nos fuimos al apartamento de Christina, no quiso que nos quedáramos en un hotel. 
El resto del dia se la paso durmiendo así que decidí no molestarla y dejarla descansando. 
El dia siguiente fue de locos. 
Teníamos una cita con la Dra. Margil a las ocho de la mañana y el trafico de la cuidad estaba haciendo el llegar imposible. Christina estaba irritada, y yo molesto por estar atrapados en el trafico. Hasta que alfil logramos llegar. Veinte minutos tarde por supuesto. 
-Santos! -Me saludo de beso y abrazo 
-Doctora gusto en verla, aun que no bajo estas circunstancias -No me había dado cuenta en lo bella que era. Christina tosió un poco 
-Doctora ella es Christina Carvajal, mi novia -No sabia se averla introducido así era lo mejor pero era verdad. Christina aun era mi novia. 
Christina tendió la mano y se acerco para darle un beso en la mejilla
-Mucho gusto Dra. Margil 
Una vez que se dejaron de saludar todo se puso en un frío silencio
-Bueno hay que pasar a mi oficina no les parece? 
-Claro -Christina y yo dijimos al mismo tiempo. 

miércoles, 11 de junio de 2014

Buscando Soluciones

-Como que desapareció?? -Le dije preocupado, podia sentir como mi corazón se iba a salir de mi pecho. 
-Barbara, están compartiendo cuerpo de ninguna manera puede Christina desaparecer así por así -Le dije, me estaba exaltando, mi corazón latía cada vez mas fuerte y mi sangre subía a mi cerebro. 
Barbara parecia vacía, con la mente en blanco, que estaba pasando?
-Santos, si esto fuera fácil de explicar y de vivir créeme que me encantaría pero no lo es! No eres el único que no puede entender lo que esta pasando! -Me decía, Barbara parecía molestad, alterada y preocupada; esta ola de emociones y sentimientos cada vez se complicaba cada vez, algo nuevo aparecía día a día, necesitaba hablar sobre esto con la Dra. Margil. Barbara me saco del trance en el que había entrado 
-Y ni se te ocurra hablar de esto con nadie Santos Luzardo, esto es entre nosotros y solo nosotros tenemos que solucionarlo -Me decía apuntando con su dedo. 
-Barbara necesitamos ayuda, necesitamos solucionar esto y rápido; no sabemos que pueda pasarle a Christina si ustedes se quedan así por mucho tiempo -La idea de perder a Christina me estaba empezando a agobiar. No lo había pensado antes. 
Babara no dijo nada, pero le vi el cambio de actitud, estaba mas tranquila, mas pasiva y preocupada. Lo que fuera que el destino tenia preparado para nosotros, nosotros no estábamos listo para el. O al menos yo. 
Barbara caminaba de lado a lado en el cuarto, me estaba empezando a imaginar que le abriria un oyo al piso de tanto que se movia. Parecia estar pensado algo, era claro que tenia una idea pero que? Barbara podia ser peligrosa, sus palabras venenosas como las de una serpiente, sus acciones rápidas como una tigresa, aun estando en otro cuerpo que no fuera el de ella, su esencia, su persona no se perdía. Yo podría reconocer a Barbara hasta si estuviera en el cuerpo de un hombre. 
Derrepente para y con el dedo de la mano 
-Tengo una idea -Dice con una sonrisa en el rostro 
-Pero no se si funcione -Dice con un pequeño ceño en el rostro 
No era necesario que digiera algo mas, su idea podia tener consecuencias peligrosas y ella lo sabia, aun así quería saber que era su idea, escucharla hablar, escuchar como se expresaba me llevaba de regreso años atrás cuando ella estaba viva, su voz me podia envolver y me podia embobar, era como una dulce melodía y no me importaba que lo que digiera yo la quería escuchar para toda la vida. 
-Tengo que hablar con el socio -Dijo ella mirando me a los ojos, ella sabia que yo no creía en el "socio" para mi eso es solo una tontería que ella inventaba. 
-Barbara, estoy seguro que podemos encontrar una mejor solución que hablar con "el socio" - Se lo dije en tono de burla y pude notar como le molesto pero no me importo ella sabia que yo no creía en nada de su magia negra, ni nada de eso. 
-Bueno doctoricito de cuarta entonces que sugiere usted gran experto de ideas magnificentes -Me dijo Barbara con su tono descarado casi en forma de burla. 
-Bueno se me ocurre que podemos llamar a la doctora Margil y viajar a Chicago -La expression de Barbara dejaba en claro que mi idea no le habia parecido 
-Ah.. Ah Chicago -Barbara tutibio mientras decía esto, algo la exaltaba 
-Si Barbara ahi fue donde recibí mi tratamiento -Le dije mientras me acercaba a ella. Barbara levanto la cabeza, como si estuviera confusa  la mirada de sus ojos dejaba mucho que desear, la sensación que me hacia sentir con sus ojos me lastimaba 
-Tratamiento? De que hablas Santos? -Me dijo ella un poco mas calmada 
-Barbara cuando me entere de tu muerte.. -La voz se me quebraba aun no estaba listo para hablar de esto pero lo debía de hacer; tarde o temprano lo tendría que afrontar. 
-Y de tu entierro me perdi, me perdi en mi propia mente, los fantasmas, TU fantasma de perseguia noche y dia, la culpa de haberte alejado de mi, de no haber sido mas fuerte, de haberme enamorado de Marisela me agobiaban perdi la razón  Se que soy un idiota por todo lo que hice por lo que te hice a ti y la culpa no me dejo vivir. Termine internado en un hospital psiquiátrico y después en una clínica de recuperación por que trate de acabar con migo mismo, me perdí en la depresión -Podia ver las lagrimas recurrir el rostro de Barbara
-Y fue ahi donde conocí a la Dr. Margil, ella fue mi doctora y paso a paso me ayudo a recuperar, luego conocí a Christina y no se como pero me escape de la clínica y regrese acá y volvía recaer; hasta que finalmente logre recuperarme y logre salir con el permiso de la doctora, se que odias los aviones pero Barbara yo tengo fé que ella nos podrá ayudar -Finalmente la tome de las manos, Barbara estaba fría, parecía un cubo de hielo, paralizada completamente, 
-Santos yo..Yo nunca pensé que te fuera a afectar mi muerte así -Me dijo, tomando unos cuantos pasos hacia mi, hasta que pude sentir su cabeza recargada en mi pecho, podia sentir su respiración, podia sentir el aroma de su cabello. Olía a jazmín, me encantaba tenerla entre mis brazos. 
-Pero paso Barbara y gracias a eso ahora veo el mundo mejor -Le dije dandole un apretón entre mis brazos. 
-Ahora para de llorar y dime si estas de acuerdo con viajar a Chicago y arreglar todo este problema -Le dije mientras la tomaba en mis manos por sus brazos y la miraba 
-Tienes que hablar de eso con Christina Santos, este no es mi cuerpo -Me dijo
-Barbara por Dios! -Me molesto un poco que reaccionara así, después de todo acababa de cambiarle el estilo por completo a Christina y todavía le preocupaba si Christina estaría bien con viajar a Chicago 
-Estas hablando enserio? -Le dije 
-Me estas diciendo que no puedes viajar en el cuerpo de Christina a Chicago para arreglar esto pero si puedes cambiar el look de ella? -No lo podia creer, Barbara se podia comportar como una niña caprichosa aveces. 
-Quien te crees que eras Santos Luzardo? No te has puesto a pensar que te dije que ella acepto el cambio de look? Viajar.. Viajar a otro país es diferente -Me dijo ella, mi reacción la había molestado. 
Cuando la vi reaccionar así fue que caí en cuenta. Claro unas horas antes Barbara me había dicho que Christina había accedido al cambio. ¿Donde estaba Christina?
Ya habían pasado cerca de tres horas desde que Barbara y yo nos habíamos encontrado y no había ni una seña de Christina, que estaría pasando con ella. 
El recuerdo de cuando la conocí me vino a la cabeza. 
Ese dia. El dia en que aquella rubia hermosa se cruzo en mi camino de pura casualidad o tal vez el destino lo tenia decidido que fuera así.
Lo recuerdo como si fuera ayer. Y ahora.. ahora ella estaba perdida, pero no podia dejar de pensar en ese día... 



jueves, 29 de mayo de 2014

Complicado

Podia mi vida ser mas complicada?
Como la cita se había arruinado y los problemas complicados, decidimos regresar a la hacienda y tratar de encontrar una solución a esta tan complicada situación que estaba apunto de volverme loco... por segunda vez. 
Lo que me parecia raro era que en el camino de regreso, nadie hablo, no Barbara, no Christina, mas mudas que el mas frío silencio. 
Esto no podia ser bueno, estarían planeando algo? Habrían vuelto a la normalidad? Que Dios me guarde por que estas dos mujeres juntas no podrían traer nada bueno. 
Y así seguimos en silencio, nadie dijo nada, ni siquiera un buenas noches. La expresión que el cuerpo de Christina tenia, era una cara en blanco, no sonrisa, no ceño, no nada. Lo que fuera que estaba pasando yo nunca sabría, después de todo era una mujer y que hombre en este mundo las entiende?
Después de que parquee el carro, se bajaron del carro y no dijeron mas nada. No buenas noches, no preguntas, no nada. Esto me estaba empezando a desesperar por que sabia que nada bueno podia venir de ese silencio que ellas se traían pero por como la situación estaba decidí dejarla y ver si podrían arreglar el problema ellas mismas. 
Esa noche no dormi, por mas que trate de acomodarme en la cama lo único que logre fue dar vueltas como loco y termine dándome por vencido al no poder pegar el ojo. 
Pero esa noche no tuve visitas del fantasma de Barbara. No esa tuve visita de recuerdos, a ver besado a Barbara en el cuerpo de Christina me habia hecho recordar lo que alguna vez fueron los momentos mas felices de mi vida, lo que sentí alguna vez por aquella mujer llena de pasión, por aquella fiera que nunca pude dominar y sin embargo ella me entrego su vida entera tratando de hacerme feliz. 
-Dios que hice -Me dije yo mismo, darme cuenta que había perdido a la mujer que una vez ame me hacia odiarme a mi mismo, como puede uno dejar de tocar el cielo si lo tiene enfrente. 
Ya no estaba seguro de lo que sentía y ni siquiera sabia por quien sentía, al fin poder tener a Barbara en mis brazos me hacia el hombre mas feliz del mundo pero yo sabia que nada podrían pasar por que no era su cuerpo y en algún instante ella se tendría que ir. Por otro lado también tenia a Christina, mi dulce y tierna Christina que al fin me había dado la oportunidad de compartir mi vida con ella. 
De tanto pensar me fui quedando dormido. 
La mañana siguiente me desperté a la sorpresa que Christina y Barbara no estaban. Las cosas de Christina no estaban. Parecia que ella nunca habia estado en la habitación.
Sali como loco de la habitación a buscarlas pero no habia rastro de ellas, o de Christina por lo menos. 
-Christina, Barbara, Christina -Sali gritando esperando poder encontrarlas en algún lugar pero no estaban por ningún lugar. 
Tenia la cabeza llega con ideas, pensamientos no podia pensar, no me podia concentrar. La situación se me estaba saliendo de control y fue ahi cuando una sola idea apareció de la nada, fue como si fuera magia.
-El hotel -Dije tomando las llaves del carro. 
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Fui al hotel del pueblo y pregunte por Christina Carvajal. 
Nada.
La muchacha en el mostrador me dijo que no había nadie bajo ese nombre
-Pero no se a venido a hospedar un mujer rubia, joven entre sus treinta, no muy alta, menudita, de piel blanca y ojos azules? -Le tratando de explicarle como se miraba Christina y a la vez usando mis manos para que la joven se diera una idea. 
Pero nada la muchacha parecía que no sabia de lo que le estaba hablando 
-No lo siento, pero es que yo hace poco empece mi día acá -Me dijo, revisando la computadora
-Pero pueda que mi compañera le pueda ayudar -Mientras tomaba el teléfono y llamaba a alguien 
-Carla, anoche no se hospedo una mujer rubia acá? ...
-Lo siento pero dice que no podemos dar ninguna información de sobre los huéspedes. 
-Señorita esto es importante -Le dije mientras trataba de seguir calmado y no alterarme
-Lo siento señor Luzardo pero no le podemos ayudar -Me dijo ella regresando a su trabajo, en medio de mi frustración me di la vuelta y me salí del hotel. 
Me quede esperando afuera por mas de tres horas.
Ninguna seña de ellas. 
Pero cuando estaba apunto de levantarme de donde me había sentado para irme fue cuando las vi. 
Parada al otro lado de la calle, con una camisa de leopardo, unos pantalones negros y unas botas negras. Cuando termine de escanear lo que llevaba puesto fue cuando me di cuenta que el color de su cabello ya no era rubio, era castaño. Dios que estaba haciendo Barbara con el cuerpo de Christina, Barbara estaba tomando las riendas y estaba haciendo lo que ella quería con el. 
Christina/Barbara tenia la cara seria, pareceria que estaba enojada. 
Cuando menos lo pense la tenia enfrente 
-Santos Luzardo que diablos estas haciendo aquí?! -Me dijo casi respirando mi aire, estábamos tan cerca que podia sentir el aire que salía de su nariz, Barbara/Chirstina tenia la respiración rápida, era obvio que mi presencia aquí no le parecía adecuada
-Me puedes explicar por que te fuiste de mi casa sin decir nada y que diablos has hecho con el pelo de Christina, Barbara? 
-Lo que la ex güera oxigenada y yo hagamos no es de inconveniencia. -Me dijo colocando su mano derecha
-Me vas a explicar por que están huyendo? -Le dije tomándola de la mano, creo que en ese instante fui un poco grosero, y hasta cierto punto la lastime 
-Suletame estúpido -Me dijo dándome una cachetada 
-Yo soy Doña Barbara y no le tengo que dar explicación a nadie y mucho menos a usted doctorcito de cuarta -Me dijo con su respiración aun mas fuerte y podia ver la furia en sus ojos. En ese instante fue como si Barbara nunca hubiera muerto. 
No podia sentir la presencia de Christina. La personalidad de ella estaba por los aires, volando lejos mientras que Barbara se hacia presente a cada instante. 
-Barbara por Dios! Que crees que estas haciendo? -Le dije un poco exaltado 
-Nada de lo que te incumba, estoy aquí por una razón y mientras no sepa por que te quiero lo mas lejos de mi! Me oíste? -Me dijo tomando mi barbilla en su mano. Nuestras miradas chocaron y yo sabia que Barbara no quería eso. 
La tome por la mano donde me tenia sujetado ella, la acerque a mi hasta que nuestros cuerpos estaban juntos, donde los dos repitamos el mismo aire y fue ahi cuando Barbara bajo esa guarda de mujer dominante que se traía, la acerque aun mas hasta que nuestras narices se estaban tocando. La mire en los ojos y supe exactamente lo que quería. 
Me di por vencido y cerre el espacio entre nosotros. Le di un beso. Uno solo pero con el dijimos mas de mil palabras, con ese simple besos todos los miedos, todas las dudas, toda la ira desapareció al menos por ese instante nada de eso existía, solo Barbara y yo. 
Labios con labios, lengua con lengua, dientes con dientes, la pasión de ese beso podia hacer temblar la tierra, ese tan solo beso era todo lo que necesitábamos, nuestras manos explorando nuestros cuerpos, buscando por ayuda por que si el mundo terminaba en ese instante no nos importaría. Estábamos juntos, eso, eso era todo lo que importaba en ese momento. 
-Santos -Me dijo ella empujando, separándose del beso 
-No -Me dijo ella, jadeando por aire
-No? -Le dije yo, casi en susurro. 
-No, no es justo para la güera oxigenada -Me dejo catatonico.. No podia creer que ella estuviera diciendo que no a un beso y en especial que digiera que no por Christina.
-Solo por que regrese no significa que eh regresado por ti, o que mis sentimientos siguen vivos por ti -Me decía pero no me miraba a los ojos 
-Barbara yo.. -Le dije acercándome, pero ella me dio la vuelta parada atrás de mi espalda con los brazos cruzados 
-Ahorreselo doctorcito, nosotras nos quedaremos en este hotel hasta que logremos resolver este problema.
-Puedo hablar con Christina -Le pregunte 
-No. Desde en la mañana no hemos hablado. Lo ultimo que hablamos fue el cambio de cabello y ropa, y luego desapareció 
-Como que desapareci?? -Le dije preocupado, podia sentir como mi corazón se iba a salir de mi pecho. 

viernes, 16 de mayo de 2014

Sentimientos Al Aire

Podia sentir como mi corazón de agitaba cada vez que pensaba que Barbara estaba viva de alguna forma. Que la tenia frente a mi, que podría sentir sus besos, sus caricias y sin embargo no era ella. Era otra persona de la cual también estaba enamorado. 

martes, 6 de mayo de 2014

Un Cuerpo, Dos Personas.

Pero...  
Pero eso no era lo suficiente para que mis sospechas se pudieran hacer realidad, después de todo eran solo... sospechas. Y hasta no tener pruebas que era ella podia poner todo en riesgo. No sabia como Christina podría reaccionar si pensaba que ella era Barbara. 
Deje el momento y las ideas las trate de desaperecer de mi mente confusa. 
En ese mismo instante todo lo que me tenia que preocupar era hacer feliz a Christina, por que ella era mi presente y seguramente seria mi futuro. Barbara ya era nada mas que un fantasma de mi pasado, un recuerdo lindo y una promesa que no pude cumplir. Así que decidí cambiar la canción y seguir bailando, le conté un par de historias un poco cómicas para hacerla reír y funciono. Dios! Que hermosa se veía cuando sonreía.  Después de un rato cenamos, todo iba de maravilla. Sin duda alguna era una noche especial y nada lo podría arruinar. 
-Santos muchas gracias por esto -Me dijo Christina con un tono bajo y sonando un poco seductora. No creo que se haya dado cuenta que lo estaba haciendo, era algo natural en ella, era sensual pero no grotesco. Creo que era algo en sus ojos, esos ojos azules me traían loco. Me podia perder en ellos. Oh tal vez su caminar. Todo en esta mujer me volvía loco. 
Después de un rato de bailar, salsa, rumba y hasta un poco de tango nos quedamos bailando lento, pegados uno al otro, moviéndonos al mismo tiempo, escuchando nuestros corazones latir, una cosa nos llevo a otra y sin darnos cuenta nos besamos, pero esta vez fue diferente, esta vez el beso no estaba lleno de esa pasión insaciable pero estaba lleno de ternura y deseo, lo que sentíamos por el otro se podia sentir en ese simple beso. 
Fue entonces cuando senti a Christina, su cuerpo pesado como una pluma, su cuerpo recargado en el mío, los dos nos derrumbamos al piso. 
Christina se había desmayado en mis brazos. Pero como era esto posible si segundos atrás ella estaba bien, que con un simple beso le hubiera pasado. 
-Christina despierta, Christina!! -Le decía mientras la sujetaba por los brazos y la movía tratando de hacerla reaccionar. 
-Mi vida despierta -La preocupación que sentía en ese instante no la había sentido en tanto tiempo, la culpabilidad, todos los sentimientos que sentía me hacían estremecer y aun así no había nada que yo pudiera hacer. Christina no respondía a nada. 
-Dios que eh hecho! -Mientras colocaba mis manos cubriendo mis ojos que parecían dos cascadas con tantas lagrimas. Estaría muerta? 
Fue entonces cuando Christina se empezó a recobrar su sentido, se enderezo donde la había dejado en el piso. 
-Santos? -Me dijo mientras se llevaba una mano a la cabeza
-Christina! -Dije yo, tomándola en mis brazos después de limpiarme las lagrimas
-Santos? -Me dijo una vez mas sorprendida. 
-Estas bien? Christina que gran susto me acaba de dar -Le dije mientras la tenia abrazada
-Santos.. Escuchame -Me dijo sonando mas seria, y empujando me, fue ahi cuando la vi, cuando vi sus ojos, el tono de su voz lo reconocía pero no era el de Christina. Era diferente 
-Barbara? -Le pregunte casi catatonico. 
No me contesto.. 
-Christina? 
No me contesto una vez mas.
-Me puedes responder algo? Habla no te quedes callada -Le dije levantando me de donde estaba sentado. 
No repuesta. 
-Me estas preocupando -Mi cara tenia un ceño bien fruncido, era obvio que me molestaba la situación. 
Silencio otra vez. 
-No se como explicarlo -Me dijo Christina. 
-No soy la unica en mi cuerpo -Me dijo sonando super seria. 
Mi cara cambio de aquel ceño a una cada de sorpresa, que era lo que estaba pasando. Que me había perdido, que estaba pasando enserio con Christina?
-Hay doctorcito por que no quita esa cara -Me dijo Christina, sonando tan parecida a Barbara. Pero congo era esto posible. Como podia sere Barbara y Christina al mismo tiempo?
-Barbara? -Le dije acercándome para poder obtener una mejor vista de quien quiera que fuera. 
-Tanto tiempo te llevo para darte cuenta? -Me dijo, levantándose y cruzando los brazos. 
-Ah? Que? -Le dije dando vueltas en el mismo lugar, todo esta demasiado confuso. 
-Que hay que entender? Christina y yo estamos compartiendo su cuerpo.
-Corrección Barbara uste a tomado mi cuepor sin preguntar -Se decia ella mismo, sonando mas como Christina 
-Bueno rubia oxigenada tendras que aprender a compartir. Por que de aquí no me voy sin lo que quiero -Se decía a ella misma, mientras se llevaba las manos a las caderas. 
Dios que estaba pasando. Por que estaba Barbara dentro del cuerpo de Christina. 
Todo se quedo en silencio y después de un rato vi como Barbara/Christina se me acechaba. Me tomo por la chaqueta y muy molesta me dijo 
-Santos Luzardo ere un desgraciado - Me dijo, acercadose tanto a mi que podíamos respirar el mismo aire, nuestros labios casi tocandose; era como una reincia lo que hacia, probocandome pero sin darme nada, aun así podia ver su cara de molestia 
-Linda cena bajo la luna, las estrellas la que le preparaste ala rubia oxigenada -Me dijo
-Y o que pense que este lugar era especial para nosotros -Creo que a Barbara no le había gustado el hecho que la cita que tenia con Christina fuera en el lugar donde alguna vez le había enseñado a bailar a ella. 
En que lio me acaba de meter, como iba yo poder ayudar a Christina. 
Y como me iba a poder ayudar yo mismo si mi peor pesadilla se acaba de convertir en realidad, mi pasado y mi presente juntas, en un solo cuerpo. Una sola mente, dos personalidades diferentes, dos mundos diferentes y aun así no podia dejar de amarlas a las dos. 
Podia sentir como mi corazón de agitaba cada vez que pensaba que Barbara estaba viva de alguna forma. Que la tenia frente a mi, que podría sentir sus besos, sus caricias y sin embargo no era ella. Era otra persona de la cual también estaba enamorado. 

martes, 29 de abril de 2014

Apariciones, Mentiras y Recuerdos

-Santos levantate -Me dijo una vez. Por fin abrí los ojos y fue ahi cuando la vi parada frente mi cama. 
Barbara vestida en su rojo, con una flor adornando su cabello. Dios se veia hermosa. Pero que estoy diciendo! Barbara estaba parada frente mío! Pero como? Ella estaba muerta. Muerta! 
Pegue un brinco y sin darme cuenta estaba sentado en la orilla de mi cama, observaba todo mi alrededor y con mis manos frotándome los ojos, pensando que era una pesadilla que aun seguía dormido. Estaba mudo, no tenia palabras que decir y nada que pensar. 
-Que? Te asuste? -Me dijo con su tono peculiar de ironia,
-Esperabas que fuera alguien mas o que? Esa rubia oxigenada, esa que podría ser yo? -Sonando un poco mas molesta y acercadose a mi cada vez mas. Podia sentir su perfume, tenia que ser ella, esto no podia ser un sueño. Y justamente cuando se termino de acercar, estaba a punto de tomar su mano cuando mi propia mano paso sobre la suya. 
-Que?! -Fue todo lo que pude decir, mi corazón empezó a latir mas fuerte, mas rápido, como si se me fuera a salir del pecho, podia sentir como la sangre subía a mi cerebro; sentía que mi cabeza iba a explotar. Barbara seguía parada ahi drene mío luciendo mas calmada que nunca, como si nada estuviera pasando. Vi como ella misma trataba de tomar mi cara por mi barbilla para que la viera a los ojos. Pero al no poder no se frustraba.
-Santos escuchame lo que te tengo que decir -Era increíble como podia cambiar su voz de dominante, irónica a dulce y pasiva. 
-La rubia oxigenada no recuerda su pasado, ayudala, ayudanos -Me dijo sonando un poco mas preocupada, cuando logre alzar la mirada Barbara ya no estaba en la habitación. 
Ya no pude volver a dormir, que fue lo que había tratado de decirme con eso. Que es lo que Christina tenia que recordar, y por que Barbara habia dicho ayudamos? 
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La noche paso, ya no pude recuperar el sueño. Me pase toda la noche tratando de pensar y encontrar una respuesta a lo que había pasado. 
Senti la necesidad de llamar a la Dra. Margil y discutir lo que me habia pasado la noche anterior. 
-Le digo que era ella, bueno no ella pero su fantasma, su espíritu, no se pero ella -Le decía
-Santos, calmate, talvez fue solo un sueño -Me decía ella, mientras buscaba una explicación racional a lo que había pasado la noche anterior. 
Después de una hora de hablar por el teléfono, decidí fingir que ella tenia razón y seguir con el plan que tenia planeado. No me iba a dar por vencido. El hecho que Barbara se me apareciera otra vez era solo una señal que algo estaba mal. 
El resto del dia trate de no encontrarme con Christina, la esquive y le menti. Le dije que tenia cosas que hacer en la hacienda y que no la iba a poder ver. No muy convencida se fue con tia Cecilia hacia el pueblo. Me quede completamente solo en la haciendo, bueno los peones estaban ahi con migo. 
Asi me pase todo el dia.
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En la noche cuando Christina y Cecilia regresaron le pregunte a Christina si queria ir por una caminata, no le dije nada de la sorpresa que le tenia preparada. 
Nadie se lo imaginaba, la verdad es que hasta yo mismo me sorprendí con lo que habia preparado para ella. 
Le dije que se arreglara y me encontrara en el balcon de la hacienda, que se pusiera un vestido y se arreglara, que yo la encontraria ahi. 
Después de una hora fui a su encuentro, para mi sorpresa ella ya estaba ahi, se encontraba parada de un lado del balcón, con un vestido color blanco con algunas partes negras, unos tacones no muy altos y su pelo recogido. Se veia tan hermosa, Christina nunca me dejaba de sorprender. Yo por otro lado vestido con mi traje color crema, parado ahi como un idiota mirándola, observándola y rogándole a Dios que lo que estaba por hacer funcionara como lo que esperaba. 
Esta vez no cavalgamos. La lleve cerca de la poza en el carro, no queria que su vestido se arruinara y se ensuciara.  No dijimos nada en todo el camino. Nada mas que silencio fue lo que compartimos, pero en algunos momentos mientras manejaba, yo despegaba los ojos del camino para admirarla sin que se diera cuenta. Una vez que llegamos, cuando para y pe parquee pude ver como los ojos de Christina se abrieron, casi como si se fueran a salir de su lugar. 
-Santos que es todo esto? -Me dijo ella muy emocionada 
-Sorpresa!! -le dije soltado una carcajada. Me baje del carro y le abri la puerta. Le ofreci mi mano para ayudarla a que se bajara del carro. 
Una vez ya lejos del carro la tome por su pequeña cintura y la lleve casi a la orilla de la poza pero sin mojarnos. 
-No esta hermosa la noche? -Le pregunte sin dejarla ir 
-Esta hermosisima -Me dijo -Siento como si ya hubiera estado aquí antes 
-Podría ser -Dije susurrando 
-Que? -Me dijo ella dandose la vuelta 
-Nada, nada, ven vamos a bailar. -La tome por la mano y guie el camino hacia la pista de baile que una vez había sido construida para Barbara. 
La cara de Christina cambio, donde una vez habia habido una sonrisa de oreja a oreja, ahora habia una cara de sorpresa. 
Sin que Christina se diera puse la musica y la canción "Para Mi" empezó a sonar, escogí esa cancion por que pense que era perfecta, perfecta para ocacion y la situación en la que nos encontrábamos. 
La tome por la mano, coloque la otra en su cintura y empezamos a bailar, Christina trataba de esquivar mi cara, no se que pasaria ni por que ella estaba actuando así, pero sin pensarlo dos veces la jale y puse su cuerpo mas cerca del mío, y fue entonces cuando sentí su cara recargarse en mi hombro, tan suave y cuidadosa fue la acción. Después de un rato de bailar en silencio, hice un poco de espacio entre nosotros para luego mirar que Christina estaba muerta en llanto. 
-Christina que pasa, por que lloras? -Le pregunte poniendo una mano en su mejilla. 
-No se, -Me dijo entre en medio sus lagrimas -Algo sobre esto me puso melancólica, como si yo ya hubiera estado aquí antes, compartiendo este momento contigo en esta pista, en este llano, bajo las estrellas como testigo de esto que sentimos. -No pudo decir mas por que su voz se rompió bajo el llanto. 
Fue entonces cuando una idea en la cabeza me golpeo tan fuerte que pude sentir como mi cerebro se estremeció. 
Christina era Barbara. Oh al menos su espíritu. 
Barbara era la unica que podría recordar algo así. Eso explicaría mis encuentros con Barbara, mi amor y necesidad por Christina y por que Christina se siente atraída hacia mi. Tenia que encontrar la forma de que Christina recordara que había pasado de alguna forma o otra, ahi estaba la razón por la cual ella no podia recordar su pasado. 
Pero... 

lunes, 28 de abril de 2014

Muerta

Pues lo hice, cerre los ojos y me di la vuelta. Espere a que me diera una señal o algo para saber cuando darme la vuelta, pero nada paso,  los minutos seguían pasando. Dude en darme la vuelta pero lo hice para mi sorpresa Christina no estaba ahi. 
Como pude me sali del agua 
-Christina -Gritaba como loco y sin recibir respuesta alguna, podia sentir como mi respiración poco a poco se volvía agitada. Como mi preocupación crecía con cada segundo que pasaba, mis ojos escaneaban mi alrededor buscando alguna señal de ella. Que era esto? Acaso me había vuelto loco una vez mas? 
Cuando derrepente escuche la vos 
-Aqui voy -Seguida por el sonido del agua. En algún momento mientras tenia los ojos cerrados Christina había hecho de las suyas y como pudo había llegado hacia la roca. Mis ojos solo lograron ver como su cuerpo hacia su espacio al caer en la poza. Su cara parecía la de una niña pequeña que hacia de las suyas. Fue ahi cuando me di cuenta. 
Me tomo por sorpresa, podia sentir como mi estomago se retorcía, podia sentir lo que nunca antes habia sentido, en ese instante, en ese momento fue cuando al fin después de tantos meses pude entender lo que el universo entero me tenia preparado. La muerte de mi padre, la muerte de Barbara, del bebe que Barbara esperaba y por que mi relación con Marisela nunca funciono del modo que esperábamos. La respuesta estaba justamente enfrente mío. Lo que habia buscado toda mi vida estaba nadando en esa poza, luciendo joven, hermosa. Era increíble como la podia adorar tanto. 
Fue entonces cuando entendi que no me importaba saber su pasado, que aun que no supiera nada de su pasado yo quería ser su futuro. 
-Santos! -Fue lo unico que ella dijo para hacerme regresar en mi. Regrese al agua y nada hacia donde ella estaba, justo cuando estaba por tomarla en mis brazos Christina alzo su mano derecha y la coloco sobre mi cabeza haciéndome sumergirme dentro del agua y hechandose a escaparse. Parecíamos dos niños pequeños nadando. Después de un rato de jugar nadamos a la orilla de la poza y nos quedamos ahi, sentados uno al lado del otro, mirando hacia el cielo que estaba hermoso, lleno de estrellas y iluminado por la luz que la luna llena nos regalaba. Todo parecía un cuento de hadas. 
Gire la cabeza y me quede ido admirando la belleza de Christina, no encontraba las palabras correctas en como decirle lo que sentía, creo que ella sintio mi mirada clavada en su cara por que poco después se dio la vuelta y los dos juntamos nuestras miradas 
-Chris.. -Le dije con mi voz temblando. Limpie mi garganta y trate de hablar una vez mas
-Christina Carvajal me harias el honor de ser mi novia? De dejarme amarte todos los dias, de hacerte feliz, de mostrarte el Arauca de mi mano? -Christina no dijo nada, se quedo paralizada, lo unico que compartia con migo en ese instante era la mirada. Pero eso era todo lo que necesitaba, eso fue suficiente para saber que ella quería. 
Christina se inclino un poco, miro mis labios y cerro el espacio vacio que habia entre los dos. Sus labios suaves, tan ardientes, el beso estaba lleno de pasión, de deseo, de ternura, no se ni como explicarlo, era lo que los dos habíamos estado esperando y mas, nuestros cuerpos de acercaron cada vez mas. Christina estaba llena de pasión, sin darnos cuenta, ya no habia espacio entre los dos, nuestros cuerpos se habían conectado, podia sentir el calor de su cuerpo bajo el mío, sus manos en mi espalda y como recorrían hacia mi cabeza, sus manos enredadas en mi pelo, mientras yo recorría su espalda y trataba de no poner todo mi peso sobre ella, después de un rato nos dimos la vuelta y era ella quien estaba sobre mi. El calor de nuestro cuerpo subió, nuestras manos exploraban nuestros cuerpos y parecía que nuestros labios no eran suficiente, el deseo que sentíamos crecía cada vez y era insaciable. Necesitaba mas de ella, quería mas de ella, y tenia que tener mas de ella. Pero no era el momento. Me tome unos minutos mas para disfrutar del momento y sin ser obvio me fue despegando de sus labio y en medio de besos 
-Christina -Otro beso que me dejaba sin palabras -Creo que vamos muy rápido -Fue ahi cuando ella paro y me miro. Como si algo de ella se hubiera despertado 
-Santos, yo.. yo -No la deje terminar 
-No me expliques nada -Le dije dandole un pequeño besos al lado de sus labios tocando solo una pequeña esquina de aquellos labios que ahora estaban hinchados y rojos por los besos que acabamos de compartir 
-Santos escuchame -Me dijo tomando mi barbilla con su mano
-No se que esto que estamos sintiendo. No se a donde nos llevara, y no se por cuanto tiempo estaremos así, pero si, si quiero ser tu novia. Quiero comerte a besos y a abrazos todos los días, quiero que seas mío. Esta conexión que tenemos nunca antes la habia sentido con alguien mas, bueno de lo que recuerdo de mi vida, pero tu, tu me haces vibrar entre tus brazos, tus besos me dejan sin aliento y siento que quiero mas y nada es suficiente. Pero tienes razón vamos muy rápido -Me dijo colocando su mano en mi pecho y mirándome fijamente. 
La felicidad que senti en ese momento era mas grande de lo que alguna vez había sentido. No cabía en mi pecho. 
Poco después de esto nos vestimos y regresamos a Altamira, nos dijimos las buenas noches y los dos nos fuimos en caminos diferentes hacia nuestras habitaciones, ya todo mundo se había ido y la casa estaba en silencio total, aun así se sentía tan acogedora. 
No pude dormir toda la noche, recordando ese encuentro entre Christina y yo en la poza. El saber que era mi novia me volvía loco. Hasta que alfil pude dormir. 
En el en medio de la noche escuche a alguien llamarme 
-Santos -Susurraba la voz, juro que la podia reconocer pero no quería abrir los ojos, le temía a lo que vería si los abría 
-Santos levantate -Me dijo una vez. Por fin abrí los ojos y fue ahi cuando la vi parada frente mi cama. 
Barbara vestida en su rojo, con una flor adornando su cabello. Dios se veia hermosa. Pero que estoy diciendo! Barbara estaba parada frente mío! Pero como? Ella estaba muerta. Muerta!