lunes, 4 de agosto de 2014

Aniversario

NA/ Hola bueno pues como ahora es el 6to aniversario de que Doña Barbara salió al aire aquí les va un capitulo especial :) Disfruten!!
Barbara punto de vista.
Mi vida de casado con Santos ah sido lo mejor los últimos diez años han sido los mas difíciles y los mas complejos, me eh sentido amada, segura y deseada. No hay un solo día donde no me sienta deseada por Santos, no se que sera aveces creo que es la forma en que mira, otras pienso que es la forma en que me toca, no solo en el sexo, pero cuando estamos acurrucados viendo una película, o la forma en que sostiene mi mano cuando vamos a caminar al parque. Otras es en la forma que dice mi nombre, no crean que me eh vuelto una aguada y que ahora dejo que la gente camine sobre mi. No! Aun me doy a respetar, aun soy Doña Barbara pero soy otra.

Desde que Santos me dejo ser parte de su vida y de la pequeña Judith podemos decir que recibí mi segunda oportunidad de ser madre/abuela/esposa y de hacerlo bien. La escuincla es un amor. Yo la amo y la adoro, aveces creo que la quiero mas que a la misma Maricela, pero es un poco egoísta de mi parte decir eso. Como sea se podría decir que  a la Doña se le ablando el corazón un poco. Pero sigo siendo dueña y señora de todo lo que es mío, eso nunca cambiara. A donde quiero llegar con esto es en como Santos y yo pasamos nuestro aniversario ayer. Fue lo mas maravilloso del mundo. A veces me pregunto por que no podemos estar así todos los días.

Pero para contar esta historia déjenme regresar a dos dias atras.

Era miércoles por la tarde, Santos y yo estábamos sentados en el sofa de la sal disfrutando de una película cuando el se volteo a verme con esos ojos de cordero que me pone cuando quiere algo
-Mi vida que vas a querer hacer el viernes? -La verdad es que no tenia idea de que diablos estaba hablando. Si lo se, se me olvido mi propio aniversario pero es que con eso de que ahora soy modelo me la paso un poco ocupada con campañas para promover la pasarela,
-Para que mi vida? -Le pregunte en voz baja y rezando para que no se enojara
-Barbara Guimaran de Luzardo! Te has olvidado que es nuestro aniversario? -Me dijo mientras se me tiro enzima para hacerme cosquillas, no podia hacer nada estaba bajo su poder, entre risas y risas pude hablar, le tuve que mentir
-No mi vida, pero no quiero arruinar la sorpresa que te tengo! -Lo se, le mentí pero no podia arriesgar a que se enojara con migo.
-Ah asi que una sorpresa -Me dijo mientras paraba de hacerme cosquillas, se sentó de regreso en su asiento actuando como si nada acababa de pasar -Espero que la sorpresa incluya el jabón rosa que ya sabes que eso me vuelve loco, ademas de traerme recuerdos placenteros.

Se podría decir que después de esa noche me la pase buscando un hotel con una vista de la cuidad, comida, y haciendo arreglos para que todo estuviera preparado a la perfección. Eso nos trae a ayer por la noche.

Le había dicho a Santos que se vistiera en su traje blanco que tan bien se le ve, yo me vestí de rojo por que se muy bien que a él lo vuelve loco verme vestida de rojo. No le dije a donde íbamos por que todo era una sorpresa, nos subimos en la limusina y no hablamos, era hora que lo sorprendiera, ademas el ya había tenido su oportunidad sorprenderme. Esa mañana me levanto con comida en la cama, y una simple rosa, pero es que el sabe como volverme loca con esos pequeños detalles. La cara de Santos fue única cuando llegamos al hotel, parecía un niño en una tienda de dulces. Yo fui quien hablo con la recepcionista para ver si todo estaba listo y lo estaba. Lo tome de la mano y lo lleve a la recepción. El recuerdo de aquella vez que me beso en el elevador paso por mi mente y no pude evitar erizarme, por la expression de Santos se muy bien que el lo recordó. Una vez que llegamos a nuestro piso, lo tome de la mano y empezamos a caminar por el corredor, sin que Santos se diera cuanta saque una corbata de mi cartera de mano y con permiso de el le tape los ojos, me asegure que no viera, y le susurre en el oído
-Toma mi mano y sigueme -Seguido de un beso en su mejilla.

Una vez en la habitación le quite la corbata para que viera. En el suelo había un camino de rosas rojas que paraba sobre la cama, sobre la cama había un corazón hecho por los pétalos de rosas, las luces estaban apagadas pero el cuarto estaba iluminado por la luz de las candelas que había por todas partes. En la esquina opuesta de la cama había una mesa con champange, un plato de plata con fresas y crema batida, una fuente de chocolate y unas cuantas botanas. Santos volteo a verme y no dijo nada simplemente se acerco a mi, me tomo en sus brazos y puso un dulce beso sobre mis labios, con cuidado de no arruinar mi pintalabio.
-Te amo, lo sabes? -Me pregunto con una voz que juro que sonaba a nada mas que deseo y pasion.
-Lo se -Le dije dandole otro beso -Quieres bailar? -Le pregunte mientras me acercaba al estéreo, la canción que sonaba era la mismisa canción que el había elegido la vez que me enseño a bailar en el Arauca, después de todo esa era la canción con la que habíamos bailado la noche de nuestra boda. No la boda rápida pero la boda que decidimos hacer y compartir con todos en Colombia.

Bailamos, despacio, cuerpo con cuerpo, sus manos acariciando mi cabello, mis brazos alrededor de su cuello, derrepente sentí como sus manos viajaron de mi cabeza a mi caread, labios encontraron labios, y fue así como un inocente beso se convierto en un remolino de ropa volando por el aire, sin darnos cuenta estábamos acostados sobre el corazón de pétalos, piernas entrelazadas, nuestros labios se encontraban en una batalla de quien besaba a quien. Fue ahi cuando tuve la idea. Sin pensarlo mas levante lo mas rápido posible. Santos se quedo tirado en la cama con cara de decepción.
-Quieres champange? -Le dije mientras ponía dos fresas en cada copa seguido de aquella bebida. Le lance una mirada a Santos y me dirige hacia al baño. Santos no tardo mucho en llegar, la tina estaba preparada, burbujas de baño, esencia a jazmín, y pétalos de rosas, con la ambientación sexy, la iluminación una vez mas era solo la que las candelas proveían. Lo espere aun lado de la tina, sentada con las piernas cruzadas y con las dos copas en mi mano.
-Doctorcito no le apetecería un bañito? -Le dice con una ceja levantada y una medía sonrisa.
-No hay necesidad de preguntar hermosa -Me dijo tomando una de las copas de mi mano.

Poco después fue el quien se metió a la tina primero, luego me tomo de la mano y me ayudo a que me sentara frente a el. Justo cuando logre sentarme, sentí como sus largas piernas se colocaban sobre las mias a un lado, me arreciste sobre su pecho, y con la mano que no tenia la copa acariciaba su brazo con el que abrazaba,
-Sabes Barbaram estos últimos diez años han sido sin duda alguna los mejores de mi vida, me has llenado de felicidad, de amor, y hasta de locura, pero eh sabido amarte, eh sabido respetarte y eh aprendido a amar todos los defectos que tienes pero sabes que eso, es lo que me tiene así de locamente enamorado de ti -Me dijo antes de dejar un beso sobre mi mejilla, trate de ocultar la lagrima que se me salió pero el la vio.
-No llores hermosa que yo solo quiero hacerte feliz -Sin decir nada, gire mi cabeza para verlo y lo beso, lo beso suave y delicado, pero Santos no tardo mucho en subir el nivel del beso, sin darnos cuenta había mordiscos y lenguas explorando nuestras bocas, la posición en la que es estaba se estaba volviendo muy incomoda así que me di la vuelta y me senté sobre sus piernas. Las copas de champanage se pusieron a un lado.  Fueron minutos los que pasamos así, besándonos, nuestras manos explorando nuestros cuerpo. Bañando a cada uno. Como el lo había pedido, me había hecho caso que cerca de la tina dejaran un jabón rosa. Con forme la cosa se fue calentado así fueron como nuestros actos fueron cambiando. Santos y yo hicimos el amor en esa tina. Si éramos dos fieras en esa tina, nuestra pasión insaciable, los dos estamos hechos unos locos. Y cuando estábamos agotados, decidimos que era tiempo de irnos a la cama.

Como todo un cabañero Santos me cargo hasta la cama,  jalo una esquina de las sabanas y me metió con tanto cuidado que me sentí como una muñeca de porcelana, me arropo y se dirigió hacia la mesa, tomo unas cuantas fresas, las sumergió en el chocolate y se las llevo a la cama.
-Quieres? -Me dijo dandole una mordida a una de las fresas, el chocolate se escurrió sobre su labio y como si fuera algo natural me lanze sobre el y con mi lengua le limpie al camino de chocolate que se había escurrido sobre. Santos se quedo congelado y sin masticar, lo beso, y tome la mordida de la fresa que el le había dado, una vez que me separe me pase la lengua sobre mis labios y le sonreí
-Señora de Luzardo creo que usted tiene hambre -Me dijo con esa sonrisa picara que el tenia.
Tome una de las fresas y la coloque en mi boca, Santos no tardo mucho para tomarla y besarme. El chocolate aumentaba el placer del beso.

Y fue así como pasamos nuestra noche de aniversario, enamorados, locos y con una pasión insaciable. Santos Luzardo me tenia mas enamorada que nunca, y así quiero pasar el resto de mi vida.

2 comentarios:

  1. Ame tu web-novela ♡. Me hizo pensar demasiado jajaj ..Los momentos de Barbara y Santos *-* Que hermoso, tan alñfkghasd ♥

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  2. esta hermosa tu novela, la ame... mis felicidades por esta gran obra

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