Sentimientos Al Aire

Podia sentir como mi corazón de agitaba cada vez que pensaba que Barbara estaba viva de alguna forma. Que la tenia frente a mi, que podría sentir sus besos, sus caricias y sin embargo no era ella. Era otra persona de la cual también estaba enamorado. 
Y como le explico a mi corazón que lo que mis ojos ven no es nada mas que un truco de la imaginación, del destino jugando con mis sentimientos una vez mas.  Que mi Barbara aun segue muerta, que aun que estuviera en el cuerpo de Christina esa no era ella, no era su cuerpo  no eran sus labios, no era su cabello. Mi mente iba a estallar en cualquier momento; estaba tratando de encontrarle una solución, una explicación mas coherente a todo esto y sin embargo no la podia encontrar. 
Que aun el deseo que sentía por besar y acariciar a Barbara una vez mas me mataría,  que aun que ella y Christina fuera casi como dos gotas de agua ese no era el cuerpo de ella, no era aquel cuerpo que alguna vez me hizo vibrar con gran pasión que hacia estremecer mi mundo, que hacia temblar la tierra cuando estábamos juntos. Dios el deseo que sentía por sentir, de tocarla, de hablar con ella, de hueler su ahora. A Barbara era como un hechizo para mi. Si se que suena loco por que también deseaba a Christina. Las deseaba a las dos al mismo tiempo. 
Christina! Dios la pobre debió de haber estado aterrada. 
-Que? O ya se te olvido lo que tuvimos tu y yo? Las cosas que hacíamos acá? En la poza? -Me decía Barbara mientras se me acercaba, luciendo tan seductora, me saco del trance en el que había metido. No voy a mentir el hecho de tener a estas dos mujeres que me traían loco en un solo cuerpo me fascinaba hasta cierto punto. Era como una fantasia hecha realidad pero a la misma vez me aterraba por que era algo desconocido y fuera de lo normal.
-Barbara concentrate! A que has regresado? -Le dije tratando de ignorar las preguntas que me había hecho, podia sentir como mi estomago se hacia bolas con el solo hecho de recordar las veces que Barbara y yo hicimos el amor en la poza, los recuerdos que pertenecían solo a nosotros y los secretos que esta poza ocultaba, que solo eran de Barbara y míos. 
-Por mi segunda oportunidad -Me dijo colocando sus manos en su cadera, luciendo dominante, seductora, y decidída. Barbara había regresado para quedarse. Eso era lo que la situación planteaba.
-Dios! Como puede usar el cabello tan apretado la rubia oxigenada esta -Dijo mientras se soltaba el cabello, aquel cabello largo, rubio caía sobre sus hombros revelando así un aroma dulce, un aroma a flores que podia imgnoptizar a cualquiera. Y fue ahi cuando logre recibir la atención de Barbara/Christina de nuevo. 
Quien quiera que fuera empezó a caminar hacia mi, cada vez mas rápido, lanzandose a mis brazos, no me imagine lo que pasaría después. 
Pude sentir sus brazos alrededor de mi cuello, cerrando cada espacio entre nuestros cuerpos. Miradas, sonrisas, ese instante podía pertenecer en alguna novela romántica o alguna película. Sin darme cuenta nuestros labios se estaban tocando. No se quien seria Barbara o Christina, pero los labios eran suaves, dulces, tibios y el beso estaba lleno de pasión, miedo, necesidad, lujuria e incluso odio. Los sentimientos que estaba sintiendo en ese instante eran indescriptibles. Era todo lo que siempre había deseado tener desde la muerte de Barbara y sin embargo era algo que temía que pasara. De pronto la aparencia y el sentido ya no tenían

lugar en mi vida, al menos no en ese instante, en ese instante todo que importaba era poder sentirlas tan cerca de mi, tan mias. Vivirlas, disfrutar de lo que pasaba por que sabia que tendría que terminar con esta situación tarde o temprano esto tendría un final para que regresáramos a nuestras vidas. Eso era lo que debía de pasar. 
Después de todo el alma de Barbara no poda encontrar descanso por una razón que yo aun desconocía, Christina tenia que compartir su cuerpo con alguien que no conocía y no tenia ni la mas remota ide de quien era, lo único que sabia era que Barbara había sido alguien importante en mi vida y la razón por la que perdí la cabeza. Yo, yo estaba mas confundido que nunca y se que estaba loco por el solo hecho de besarlas pero no me podia resistir. Cuando sentí que el nivel del beso subió a cada vez mas apasionado decidí ponerle un final. No quería que esto tomara otro camino. Uno que no podría parar después y que llegara a ser algo que lamentaríamos el día siguiente, después de todo no eran solo mis sentimientos los que estaban en juego. 
-Me niego a olvidarte -Me dijo susurrando en mi oído con una voz tan dulce, no cabía duda que esa había sido Barbara, pude reconocer ese susurro era el mismo que muchas beses en noches de pasión me había dicho que la hacia la mujer mas feliz del mundo. Y juro que si la situación fuera otra en ese mismo instante la hubiera tomado en mis brazos y la hubiera hecho mía, pero para evitar cualquier problema en el futuro decidí alejarme. Me arregle la camisa y me pare a un lado. 
-Barbara, Christina, tenemos que pensar en que vamos hacer con este pequeño problema -Les dije me estaba tratando de hacer el duro para evitar cualquier mal entendido, después de todo Christina era mi novia y Barbara bueno Barbara en realidad estaba muerta. 
Podia mi vida ser mas complicada?