sábado, 22 de febrero de 2014

Que Vida La Mia

El día de mi boda había llegado, parado en la iglesia esperando por la mujer que estaría a punto de comvertise mi compañera para el resto de mi vida, la mujer que amaba, la que era la luz, serenidad en mi vida. Al verla llegar no podia de pensar que se veja hermosa, sin embargo algo hacia falta. Barbara, aun que yo había decidido casarme con Marisela una parte de mi corazón no podia olvidadarla y yo se que Marisela tampoco podia, derrepente Juan Primito dentar gritando en la iglesia con un regalo de Barbara para Maricela. Esto me causo mucho dolor pues sabia que Barbara sabia que me casaba y de cierta forma ella estaba presente con migo. -Si, acepto- al decir esto firme mi sentencia para vivir sin Barbara. Déjame decirte no hay un día que no la olvide, aun en los mementos que estoy con Marisela haciéndola mía, recorriendo cada centímetro de su cuerpo no puedo olvidar a Barbara. Aquella pasión con la que me amaba jamas la podré olvidar, después de todo juntos si hacíamos temblar la tierra, ella era una fiera y yo un pobre domador que fue domado por ella. 
Una vez mi primera hija nació, no había duda que tenia los ojos de Barbara, no había salida, Barbara se había quedado gravada en mi alma, cuerpo, corazón y cabeza, nunca la podría olvidar, y era obvio que Maricela se daba cuanta, -Estas pensando en ella otra vez Santitos? -Me pregunta ella cada vez que mi mirada se queda mirando hacia el vacío, la miro y sujetando suavemente su barbilla -Si, me pregunto si estada bien, tu no la recuerdas? -Le pregunto, ella como cada mañana me responde -Ella esta bien, hoy la sentí, esta plena y llena de felicidad -Maricela se levanta y se marcha a ver Judith nuestra hija que cada día que crece se pone mas hermosa. No voy a mentir amo a Maricela pero últimamente es como si la llama de amor entre nosotros se fuera desvaneciendo, yo cada vez bebo mas y cada vez aguanto menos sus caricias, me pasa igual que cuando estaba con Barbara.
Maricela, tia Cecilia y yo hemos decidido que lo mejor es que yo me vaya por unos días a la capital o a Estados Unidos por un tiempo, que la distancia nos hada bien, pero la verdad que quien me preocupa es Judith no se como vaya a reaccionar si me voy.
Finalmente eh decidió quedarme y luchar por mi matrimonio con Maricela
———————————————*—————————————————
Esta noche Maricela y yo fuimos por una cabalgata bajo la luna y las estrellas, en medio del camino se nos ah ocurrido tener un pequeño picnic y creo que el vino se nos subió un poco por que lo que empezó con vino temido con nosotros dos juntos en medio del llano amandonos, sin pensarlo dos veces deje un gemido salir seguido por -Barbara te amo -Maricela rápidamente se levanto y me dio una cachetada muy molesta y tomando su ropa me dijo -Lo mejor es que te larges, a lo mejor y así de una vez por todas te sacas a una de nosotras de la cabeza estúpido! -Maricela cogió el caballo y se fue, dejándome tirado ahi, tome mi ropa y decidí caminar hacia la poza que no estaba muy lejos, no se si fue el vino o el hecho que la extrañaba tanto pero la vi ahi, nadando sin su ropa, su piel tan blanca como la luz de la luna, sus ojos tan azules como el osezno, no podia respirar sentía que todo me faltaba y que estaba solo pero  a la misma vez lo tenia todo, no pude hacer nada mas que hecharme a correr a su encuentro, una vez que llegue a la poza me di cuenta que no estaba. Mi mente me había jugado un juego perverso. Barbara no estaba y nunca regresaría.
———————————————————————*—————————
Decidi regresar a la hacienda encontre una carta de Maricela que se leia asi:
Querido Santitos:
Te amo mas que a mi vida, pero nuestra relación se a convertido en un infierno para mi, no te culpo, yo me case contigo sabiendo que amabas a Barbara pero que también me amabas a mi, pensé que mi amor seria suficiente para hederte olvidarla y que con la llegada de Judith a nuestras vidas todo cambiaría pero me equivoque y ya no quiero que me lastimes mas, creo que es tiempo para que nos separemos y nos demos un tiempo. Así que no me busques, cuando yo este lista te buscare y no te preocupes por Judith yo la cuidare bien y le hablare muy bien de ti, no te guardo ningún resentimiento pero lo nuestro ya no para mas.
                                                 
Sinceramente Maricela Barquero.
Mi vida no podia estar peor acababa de perder a la otra mujer que amaba. Y si decidí irme en busca de Barbara, necesita saber algo de ella, todo lo que sabia es que se había ido al amazonas, no sabia si estaba con alguien pero no me importaba. Cuando me dirigía a San Fernando a lo lejos vi lo que pensé era mi mente jugando juegos otra vez a Barbara, vestida toda de negro sujetando su fuetee y caminando hacia mi, como sabia que solo era una ilusión la ignore y seguí caminado
-Santos Luzardo eres un imbécil -Seguido de una cachetada, lo que creí era una ilusión era la realidad, -Barbara- le dije llevándome una mano a mi mejilla que ardía como una herida, sin duda era ella con su mano tan pesada como la recuerdo
-Que diablos te pasa imbecil -Me decía Barbara muy molesta y cruzada de brazos

2 comentarios:

  1. Hay siguela por fis me gusto muchoo !! Espero que subas rapido el proximo cap !!
    :3

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Me alegra que te aya gustado :) Tratare de publicar uno diario. Sigue conectada por mas!

      Borrar